Vocacional Sampacho
Obra de teatro de un solo acto y una sola escena
Personajes:
TITA
PERALTA
(Típico escenario pueblerino de tablones sostenido por cajones de coca-cola. Hacia el foro una tela pintada o una cartapesta con el clásico conventillo porteño en vivos colores. Una escalera tijera hacia el medio del escenario. Algunos tachos tirados en el piso y gelatinas desparramadas hacia el proscenio. En el techo una parilla modesta con tres o cuatro tachos tirando luz tenue hacia cualquier lado. Entre la parrilla y la tela utilizada como escenografía pintada, se puede distinguir un cartel polvoriento en prolijas letras fileteadas que reza: ¨Vocacional Sampacho¨. Por bambalinas aparece PERALTA de bombero, y TITA de matarife)
PERALTA: (Entrando con TITA desde bambalinas) Pasa Tita, pasa… hacía tiempo que no venias a la cueva, eh… (por el decorado, sonriente) ¿y… que te parece?
TITA: (Mirando para todos lados) ¿Qué cosa?
PERALTA: (La mira sonriente) ¿Cómo que cosa? El conventillo…
TITA: Ah… si… bien… (mirando mejor) un poquito…
PERALTA: (Se la queda mirando) ¿Un poquito que?
TITA: Un poquito arrugada… la… la cartapesta digo…
PERALTA: (Sonriente) Ah, eso tiene solución eh, sacamos todo el papel, una buena planchada y al a mierda, como los viejos tiempos Tita… (PERALTA agarra un tacho y sube la escalera) aguantame un cachito que enseguida termino de colgar los tachos y charlamos un poquito, eh…
TITA: Mira que en una hora me tengo que pirar al frigorífico, eh…
PERALTA: (Bajando de la escalera) Ah, bueno, si estas ajustada de tiempo charlamos ahora… (yéndose por un costado) dame un segundito que abro una cervecita y ya vengo…
TITA: Para mí está bien así Peralta, eh…
PERALTA: (Detrás de bambalinas) ¿Qué? ¿no vas a tomar?
TITA: Y… son las tres de la tarde Peralta…
PERALTA: (Reapareciendo con una cerveza) ¿Y que tiene que ver?
TITA: Y… tomar cerveza a esta hora… es medio fulero… ¿no te parece?
PERALTA: (Se ríe mientras se sirve cerveza en un vaso) ¿Qué, vas a tomar agua ahora?
TITA: (Molesta) Vos querías hablar conmigo Peralta ¿no?
PERALTA: (Con el vaso en la mano) Así es… bah, con vos y todos los otros ¿no?
TITA: ¿Y sobre que… que cosa querías hablar?
PERALTA: (Terminando de beber) Sobre lo que te dije el otro día…
TITA: (Que queda pensando) ¿Qué cosa me dijiste el otro día?
PERALTA: (Terminando de beber otra vez) Y lo del Conventillo ¿no te acordas lo que hablamos el otro día? ¿eh?
TITA: (PERALTA la mira sonriente) Ah, si… el conventillo, si… ¿qué… que pasa con eso?
PERALTA: (La mira feliz) Tengo una noticia muy buena Tita… Me piden el Conventillo en Adelia María, para actuar se prende hasta el intendente… tenemos más de 58 auspiciante en todo el pueblo, incluyendo la municipalidad y la sociedad de socorros mutuos… ¿qué me decis?
TITA: (Seria) Ah… que bien, eh… que bien… (se queda pensando) ¿pero con quien vas a…?
PERALTA: (Interrumpiéndola) Vos no te calentes por eso, a los otros se los decimos después, ahora tenemos que estar reconcentrados en terminar de armar la gira regional, mañana confirmo fecha para Jovita y Viunca Renancó… (la mira feliz) volvemos con todo Tita, la comedia gauchesca es el plato fuerte de Sampacho…
TITA: (Que se lo quedó mirando) No… escuchame una cosa, Peralta… yo no puedo hacer el… el…
PERALTA: (Interrumpiéndola sonriente) Ya sé, no queres hacer de faisán criollo, por eso no te calentes, ese personaje se lo dejo al Gringo Acosta que se lo tiene bien masticado, si hay algo que justamente le sobra al Gringo Acosta, es lo bataras del faisán criollo…
TITA: (PERALTA agarra una cajita de zapatos y saca una fotografía) No… no es eso Peralta… (no sabe que decir) es que ando con muchos quilombos con en el laburo… cada vez tengo menos horas extras… ¿me… me entendes?
PERALTA: (Mostrándole una foto a TITA) Mira esta foto Tita… la sacamos en el noventaitres en la Biblioteca Sarmiento de Berrotarán… Esa noche reventó la biblioteca de gente ¿vos te acordas que había gente hasta por el baño? Y mira que tuvieron que agregar sillas hasta en el patio del fondo y todo, eh…
TITA: (Intentando retomar) Escuchame una cosa Peralta…
PERALTA: (Interrumpiéndola sonriente mientras mira la foto) Como le entramos de lindo a ese costillal de cerdo en el bufet de la biblioteca Tita, eh, comimos como chancho esa noche… que después nos fue a felicitar el presidente del rotary club con toda la comisión directiva… incluyendo vocales y suplentes, eh… (se pone a revolver una cajita de zapatos) para… para que por acá debo tener la crítica del periódico El Valle… (saca un recorte de diario amarillento) acá está… (se pone los anteojos y lee declamatoriamente) escucha bien… Todos los elementos que actuaron en la noche del sábado, lo hicieron en un mismo pie de igualdad, con sobriedad y cabal conocimiento del personaje que debían interpretar, con una soltura y una frescura que nos alimentaba el alma en cada parlamento que nos ofrecían los vervorragicos actores Sampachences.
TITA: (Se lo queda mirando, luego) Peralta… yo te quería decir que…
PERALTA: (Interrumpiéndola otra vez) Por eso tenemos que volver con el Conventillo Tita… con el conventillo nos metemos a todo Sampacho en el bolcillo… con las comedias viene todo el pueblo, llenamos el cine Italiano en un periquete…
TITA: La gente está empachada del conventillo, lo hicimos durante diez años Conventillo Peralta, nos ven y salen rajando…
PERALTA: Es que no se trata de andar cambiando de obra como si cambiaramos de calzoncillo, con el Conventillo tuvimos actuaciones memorables Tita… además, convengamos que la gente de un clásico criollo nunca se olvida, y menos de un clásico con los ribetes escénicos que nosotros mismos le hemos adosado…
TITA: Igual Peralta, el conventillo acá en Sampacho está más trillado que la misa del domingo…
PERALTA: Puede ser, no te lo discuto, por eso durante todo este tiempo yo me encargué encarecidamente de buscar nuevos horizontes, nuevos confines andariegos para nuestro grupo Tita… es más, ya tengo hablada a parrilla Gasparini (sonriente) el viejo ya me dijo que arreglamos por los viáticos y la entrada es nuestra, inclusive nos llevamos el diez por ciento de la consumición total, si le llenamos la parrilla en los primeros quince minutos…
TITA: (Irónica) Claro, y los camioneros a los veinte minutos nos rompen el culo y nos echan a patada…
PERALTA: (Piensa, luego) Bueno, eso es otra cosa, en caso de un público salvaje, ahí hay que demostrarles quienes son caciques y quienes son los indios, un buen artista debe aprender a domesticar su propio público Tita, y la mejor manera de enlazar un público chúcaro y rebelde es combatiéndolo de igual a igual…
TITA: (Irónica) Claro, y nosotros vamos a ir a enlazar la tribu, el malón indio de Gasparini ¿no? dejate de joder Peralta…
PERALTA: Para, escuchame bien Tita, en tres meses armamos el espectáculo, en un año nos afianzamos en la región, y en dos años iniciamos gira provincial… (sonriente saca un papel todo arrugado) mira… acá tengo la hoja de ruta y todo… (mostrándole a TITA) la gira en Calamuchita va viento en popa, primero actuaríamos en La Bolsa, después en la Serranita, algo en los Reartes, y el plato fuerte, sería en Anisacate, tenemos el galpón comunitario a disposición o el salón de las carmelitas descalzas de la buena fe…
TITA: Descalzos vamos a quedar nosotros Peralta, dejate de joder…
PERALTA: Escuchame una cosa Tita, lo ponemos a González como recitador criollo, lo ponemos como telonero de fondo ¿me entendes? le hacemos leer ese poema de las… de las flores amarillas en la ventana, con ese poema te aseguro, que González hace llorar hasta las butacas…
TITA: González se fue a vivir a Río Negro Peralta…
PERALTA: (Se queda pensando, luego) Bueno, acá la vuelta, Rio Negro a que altura…
TITA: A la provincia Peralta…
PERALTA: (Se la queda mirando) ¿Que provincia?
TITA: A la de Río Negro Peralta…
PERALTA: (Cayendo) Ah… (pensativo, luego) ¿de en serio me estás diciendo Tita?
TITA: Si más vale, si hace como dos semanas que cerró el negocio… ¿qué, no sabias nada vos?
PERALTA: (Pensativo un tiempo, luego casi emocionado) González era portador de un don único e irrepetible para la actuación… y te digo más, eh… Alfredo Bebán quedaría a la altura de un poroto al lado de tamaño vozarrón…
TITA: (Corrigiendo) Rodolfo Bebán Peralta…
PERALTA: Ese, Rodolfo Beban… hemos sufrido una gran perdida Tita, González era un actor característico de corte dramático, que manejaba el llanto y la risa como muy pocas veces se ha visto en este pueblo… (suspira dramáticamente) ¿vos te acordas cuando hicimos la última función del conventillo?
TITA: Almafuerte, 15 de junio del 98, hacía un frio de cagarse…
PERALTA: Esa noche, como todas las noches, González había actuado con el alma, se había entregado por completo en el escenario, pero la Gorda Yolanda había agarrado para el lado de los tomates, se había devorado por completo la mitad del texto justo hacia el final de la obra, González en cambio, supo salir ingeniosamente de aquel macabro enriedo, poniéndole el pecho a las balas, con tremendo heroísmo teatral… (catedrático) como dijo Miguel Iriarte, ese gran maestro del arte escénico Cordobés: ¨Los actores… se enroscan sobre el escenario¨.
TITA: (Corrigiendo) Se hacen sobre el escenario…
PERALTA: (Que sigue en el recuerdo) Y como si todo esto fuera poco… a punto de terminar la obra, pusieron esa estufa de mierda que terminó por quemar todo el telón de la Biblioteca Cajú…
TITA: Que tuvieron que llamar como quince dotaciones de bomberos me acuerdo…
PERALTA: (Trágico) Y que el único bombero en la sala era yo, y que encima, el matafuego lo tenía descargado…
TITA: La Gorda Yolanda tiro con soda pero no hubo caso, mojó a media comisión directiva incluyendo al Coro municipal… el fuego lo terminó apagando el presidente y el tesorero…
PERALTA: (Pausa breve, su rostro iluminado) La gente no se olvida Tita…
TITA: ¿Del incendio?
PERALTA: No, del Conventillo, fue la noche que González recitó a Moreira y se descoció la garganta en Almafuerte… (se queda pensativo, luego) armemos un radioteatro Tita, si hablo con el Gordo el habla con el director general y nos mete en una patada en Fm ¨La Curia¨, domingos y feriados seguro entramos como cajón Tita…
TITA: A un cajón vamos a entrar nosotros Peralta, dejate de joder, radio evangelista Fm La Curia… además te pregunto sinceramente… ¿no te parece que pasaron un par de añitos para volver a juntarlos a todos de un día para el otro?
PERALTA: (Catedrático) Nunca es tarde para volver Tita, y nunca es tarde para mirar hacia adelante, muchas veces nos tocó cabalgar por estas pampas sin ningún caballo, sin ninguna brújula, y aún así, en las peores tempestades siempre hemos llegado a buen puerto… porque nuestro grupo Tita, nuestro grupo tiene una andaduría artística que ningún otro grupo tiene… somos el grupo filodramático con más historia en el sur Cordobés, no podemos darnos el lujo de tirar el guante, la toalla como si nada, aunque vos no lo creas, la gente, también nos está esperando Tita…
TITA: La gente está en otra Peralta, está en otra…
PERALTA: (Que se la quedó mirando) ¿Por qué decis eso?
PERALTA: Eso es culpa de Ronconi…
TITA: (Se lo queda mirando, luego) No… no es culpa de Ronconi…
PERALTA: (Hecho una braza) Si señor, es culpa de Ronconi… porque Ronconi se trajo ese show cabaretero de cuatro gatos locos que no saben otra cosa que maullar y entonar dos canciones locas de Roberto Carlos…
TITA: (Levantando la voz) No te lo permito, eh…
PERALTA: (Que se la queda mirando) ¿Qué cosa, lo de Roberto Carlos?
TITA: (Tartamudea nerviosa) No… lo de Ronconi… (al ver que PERALTA lo sigue mirando) lo… lo… lo que digo que Ronconi no tiene nada que ver Peralta… eso digo…
PERALTA: (Pausa breve) Escuchame una cosa Tita, escuchame bien, tenemos la grandiosa oportunidad de volver gloriosamente, y de consagrarnos definitivamente en nuestro propio pueblo, en nuestro propio nido Tita… (hacia la platea) y con nuestro propio público que no es poca cosa.
TITA: (Irónica) Claro… y con el Conventillo que la hicimos durante diez años seguidos nos vamos a consagrar ¿no es cierto?
PERALTA: (Se la queda mirando, luego) Con el Conventillo y otras obras más Tita… escuchame una cosa, si queremos arriar la tropilla femenina, nos podemos meter con la obrita esa de los ojos llenos de amor, y si no con la otra, la de la tacita… la de la tacita de té, esa va hacer llorar a todo el teatro a moco tendido, y si no mira lo que paso con los instantes finales de la Ingrata Madre…
TITA: (Corrigiendo) La madre Ingrata…
PERALTA: Esa, la madre ingrata, la escena final debe haber alcanzado tanto nivel dramático, que a Don Braulio lo tuvieron que sacar prácticamente desmayado del circulo de aceiteros, y yo lo vi con mis propios ojos Tita, eh, mis ojos no me dejan mentir, Don Braulio esa noche boqueaba, que parecía un bagre recién sacado del río, y no es una mera exageración Tita, eh…
TITA: (Se va hasta un rincón del escenario) Don Braulio chupaba como lima nueva Peralta…
PERALTA: (La persigue por detrás) Le tendrías que haber visto la caripela esa noche en el circulo de aceiteros… la emoción estaba intacta, tallada en su propio rostro…
TITA: Y si, seguro, con semejante pedo habrá estado más emocionado que la madre Teresa de Calcuta en Yucatán…
PERALTA: (TITA agarra un embase de ginebra que hay sobre la mesa) Disculpame, pero que este borracho, no significa que su emoción, se deba exclusivamente a un estado abrupto de ebriedad… (TITA bebe de la botella de ginebra) las emociones fluyen espontáneamente sin ninguna clase de estimulantes que fuercen una fibra tan sensible, tan vital y tan necesaria, como es el del corazón humano Tita…
TITA: (Mirando el envase de ginebra) La puta… que ginebra rara esta, eh…
PERALTA: (TITA vuelve a tomar otro trago) Te estás tomando la vaselina Tita… (TITA escupe un chorro blanco de vaselina por la boca) la tengo para las aberturas, me quede sin aceite para las puertas… debes en cuando hecho un poquito para que fluyan un poco mejor… (TITA se tira un pedo largo y sale rápido por bambalinas agarrándose la panza) ¿Ves? esa justamente debe ser la vaselina, el baño está en la izquierda Tita, eh… igual no te preocupes que a las diez horas se termina el efecto… (PERALTA agarra un tacho y sube a la escalera y lo cuelga en la parilla) suerte que no te agarró allá el frigorífico ¿no? Como esa noche que me agarró ese retorcijón de estómago mientras interpretaba a Jesús de Nazaret en plena misa criolla…
TITA: (Desde el baño) Si, me acuerdo… te cagaste encima…
PERALTA: (Desde la escalera) El artista se debe a su público Tita, no me podía bajar en medio de la función… para el artista no hay otro fundamento, que la propia sudoración Tita…
TITA: (Reaparece pálidamente agarrándose la panza) Que la transpiración…
PEREALTA: (Bajando de la escalera) Y González justamente, era uno de esos artistas, un gran artista de la poesía y la declamación oral… nuestro jardín florido Sampachence que a cada mujer que pasaba, le recitaba un poema ardiente y si no le regalaba una bella flor de su jardín…
TITA: Y flor de trompada que se comió cuando le piropió la esposa al Turco…
PERALTA: Gajes del oficio Tita, esos son gajes del oficio ¿te das cuenta? Por eso hay que poner toda la carne en el asador, sin cuero no hay gloria, y sin gloria no hay aplausos que valgan la pena… como esa noche heroica en Embalse que tuvimos que hacer a Moreira a la luz de las velas porque se había quemado la instalación eléctrica en el Tío Tom… te juro que todavía me acuerdo, y se me pone la piel de gallina… (sube poseído a la escalera y empieza a recitar exageradamente EL GUAPO de Carriego) Porque en sus impulsos de alma pendenciera, desprecia el peligro sereno y bizarro, para él la vida no vale si quiera la sola pitada de un triste cigarro. Y allá va pasando con aire altanero, luciendo las prendas de su gallardía procáz e insolente como un mosquetero que tiene en su guardia la chusma bravía (PERALTA queda tildado y empieza a temblar arriba de la escalera, TITA lo mira asustada)
TITA: (Que se lo queda mirando) ¿Se… se siente bien Peralta?
PERALTA: Si, si, estoy bien, estoy bien… (baja las escaleras y camina electrificado hasta la banqueta, toma un trago de cerveza y se sienta. TITA lo mira asombrada) es que cuando empiezo a recitar a Moreira, entro definitivamente en estado de gracia Tita… me paro en el corazón del proscenio y me transformo y soy otro…
TITA: (Que lo mira espantada) Si… se nota…
PERALTA: Yo siempre me defendí mejor con los personajes criollos Tita… y si no fijate con la Gringa de Sánchez, a Don Zoilo me lo hacía de goma… me acuerdo esa noche en la cancha de básquet, cuando la presentamos allá en el Deportivo Italiano de Jovita… la gente estaba que bramaba esa noche…
TITA: Y si, claro, como no iban a estar que bramaban si la función comenzó como tres horas más tarde…
PERALTA: (Que sigue montado en el recuerdo) Esa noche la platea estaba con nosotros Tita… me acuerdo que la gente gritaba, coreaba nuestros nombres a viva voz: ¨Que salgan al foro, que salgan al foro, que salgan al foro¨.
TITA: No, Peralta… ¨Que salgan los forros, que salgan los forros¨ eso gritaban…
PERALTA: (Que se la queda mirando) ¿Ves? de eso no me acuerdo Tita… pero si me acuerdo que afuera del tinglado era todo entusiasmo y alegría…
TITA: Nos querían cagar a palo que no es lo mismo…
PERALTA: (Sonriente sigue montado en el recuerdo) Cuando salimos tiraban con espumita loca como en carnaval…
TITA: Nos escupían Peralta, que espumita ni que ocho cuarto, nos escupían…
PERALTA: (Triunfalista) Por eso mismo hay que lavar el honor artístico… hay que volver a Jovita y hacerles la mejor función de nuestras vidas, delante de sus propias narices Tita… demostrarles de que elementos, de que madera está hecho el Vocacional Sampacho… como decía Don Víctor Osuna: ¨Es mejor morir con las botas puestas sobre el escenario, que morir aplastado por el escenario… (piensa, luego) y sin las botas puestas¨ eso es así.
TITA: (Se levanta para irse) Mejor, prefiero morir en el frigorífico Peralta, chau… (se va por bambalinas)
PERALTA: (Corriéndola por detrás) Para Tita, para… ya esta, ya se me ocurrió, tengo una flor de idea para el Conventillo, escuchame bien, invitamos a los evangelistas a las primeras tres funciones, son como quinientas familias, nos llenarían el circulo aceitero de una sola patada…
TITA: Peralta, dejate de joder, los evangelistas nunca van al teatro…
PERALTA: ¿Cómo que no? cuando hicimos la misa criolla vinieron todos en masa como gitanos, hasta los adventistas vinieron y ocuparon los primeros asientos…
TITA: Y claro, porque estaban arreglados con la municipalidad Peralta, por eso vinieron… mira Peralta, se me hace tarde, permiso, eh…
PERALTA: (Que la sigue por atrás) Para Tita, para, escuchame, mañana los llamo a todos y el lunes largamos con los primeros ensayos… en dos meses reestrenamos el Conventillo y con toda la municipalidad sentadita en primera fila, eh… ¿qué me decis?
TITA: Dale saludos a tu familia Peralta…
PERALTA: (TITA se va hasta las escaleras. PERALTA la intenta detener) Para Tita, para, no te podes ir así, que si volvemos la descocemos Tita, yo sé lo que te digo…
TITA: (Interrumpiéndolo) Es que nadie quiere volver Peralta… nadie quiere volver…
PERALTA: Pero es que si yo le hablo a la Gorda Yolanda…
TITA: (Interrumpiéndolo otra vez) La gorda Yolanda está en otra Peralta, González está en otra, todos estamos en otra viejo…
PERALTA: (Se la queda mirando, pausa) Puede ser que sea así como vos decis, pero aunque ellos no lo reconozcan, ellos también se apellidan Vocacional Sampacho, ellos también son parte de este ilustre grupo teatral que ha quedado clavado en el recuerdo, en la memoria de todo un pueblo que todavía hoy… nos sigue esperando con los brazos abiertos… (Pausa breve) escuchame bien Tita, vos tenes que entender, si ahora no refundamos el Vocacional Sampacho, no lo refundamos más Tita… se acabaron los escenarios, se acabaron las bambalinas, se terminaron las luces y los pueblitos de gira, cerramos el telón y definitivamente Tita… (pausa) Cambian los tiempos si vos queres, cambian las modas y hasta cambia la gente… pero nosotros no cambiemos Tita, el Vocacional Sampacho sigue siendo un estandarte del teatro regional y pueblerino, y eso no es poca cosa Tita… estar en el corazón de la gente, no es poca cosa… (pausa breve) no se pueden tirar diez años a la manchancha como si nada… no se pueden tirar diez años a la basura Tita… (TITA lo mira, se queda pensativa unos instantes, luego baja las escaleras del proscenio y se va en entre medio del público. Cuando llega a la mitad de la sala PERALTA le grita desde el escenario) mira que le voy a dar el faisán criollo al Gringo Acosta Tita, eh…
TITA: (TITA se detiene en la mitad de la sala, luego vuelve y sube otra vez al escenario) Mira Peralta… yo no puedo volver al grupo… porque… porque hace dos semanas que… que entré a laburar en el boliche de Ronconi… (PERALTA se agarra la cabeza) trabajo como presentadora los sábados a la noche… me metí a laburar ahí porque… necesito la guita Peralta… Ronconi me fue a buscar a mí casa y… y yo no le pude decir que no…
PERALTA: (Pausa, asiente con la cabeza) Pedro Ronconi… ese hijo de mil puta otra vez… yo sabía, sabía que ese tipo era un cagador de cuarta, que se iba a traer todo ese gaterío barato y lo iba a encajetar acá de prepo en el pueblo… ¿Cómo pudiste caer tan bajo Tita? Que labures de moza, de… de cocinera, hasta de albañil si vos queres… pero de ahí que le hagas el caldo gordo a esa basura Tita… discúlpame pero no me entra en la cabeza, sinceramente no me entra en la cabeza… (exagerando en un tono dramático) por Dios, en que mundo podrido estamos viviendo…
TITA: Es que yo necesitaba la guita Peralta, se necesita y… y… (sin saber que decir) vos porque no tenes una familia numerosa como la mía… por eso no entendes…
PERALTA: Igual, no podes laburar con ese hijo de puta Tita, no podes laburar con esa lacra humana, que lo primero que hizo fue pedirle al intendente que cierren el teatro para poner ese boliche de mierda, donde bailan dos o tres gatos locos, y donde ahora vos también vas a bailar… (TITA se va enojada por las escaleras. PERALTA la corre y la llega a detener) para Tita, para, discúlpame Tita, para discúlpame que…
TITA: (Se detiene) Está bien Peralta… está bien… está bien… está bien…
PERALTA: (Se produce una pausa larga, PERALTA se va hasta un rincón del escenario, se sienta en una silla y mira la cajita con fotos, agarra una y se la queda mirando. La resignación en él es evidente) ¿Te acordas Tita? poníamos la mesita afuera del teatro y vendíamos turrón turco y caramelo tofi… pero siempre nos iba mejor con los churros de dulce de leche y las bombas de crema de la Gorda Yolanda… (pausa breve) después con esa guita comprábamos la ropa en Caritas para el vestuario… y para la escenografía, nos íbamos hasta la fábrica de cajas y traíamos pilas y pilas de cartón corrugado… (pausa breve, pensativo) y eso tan solo pasó hace diez años… y parece que hubiera sido ayer mismo Tita… (pausa breve, se queda pensativo) ¿te acordas cuando hicimos la primer función a beneficio?
TITA: (Asiente con la cabeza) En el Coliseo de Elena…
PERALTA: Que teatro se mandaron los gringo de Elena… tenían acústica hasta por el baño… te tirabas un pedo y se escuchaba hasta en la esquina… hacíamos el Boyerito de la cara sucia ¿te acordas Tita? González hacía de boyerito, tenía la mirada justa para ese personaje, la mirada tranquila, serena como agua de aljibe… y esa misma noche fue que se vieron rodar quilos de lágrimas en la platea, las palabras de González fueron estacas al corazón…
TITA: Y de paso se estaqueaba a la esposa del Turco también… bah, se la trincaba en los camarines del Social Deportivo…
PERALTA: (PERALTA se la queda mirando sonriente) Y fue justamente ahí, el origen de su primer romancero criollo Tita, que bueno que te acuerdes, eh… ¿y sabes cómo se llamó?
TITA: (Piensa, luego arriesga) El camarín de las musas…
PERALTA: (Que sigue sonriente) No, el encantador de vestuario. Los sonetos fueron entorchados en las primeras noches ardientes, en la escalerita del pasillo junto al baño, según palabras del propio González.
TITA: Me imagino… no habrá dejado letra con cabeza…
PERALTA: No solamente las letras Tita, de tanto esfuerzo tiraron la pared abajo… y pensar que todo eso pasó ayer… (pausa breve) ¿te acordas como esperábamos la función Tita? Nos sentábamos con la mesita de camping en boleterías… y si no sacábamos las sillas a la vereda… caía la tardecita y… primero los mates… después las cartas… las pilchas y al escenario…
TITA: (Montada en el recuerdo) Y después un vinito en lo del Turco…
PERALTA: (La mira Sonriente) Y después un vinito en lo del Turco, si señor… que vos te sabias parar sobre la mesa Tita ¿te acordas que te parabas sobre la mesa del Turco? te parabas así medio en curda y entrabas a recitar, a decir esa poesía de la, de la como es, de la, de la…
TITA: De La Refalosa…
PERALTA: Esa, la de la refalosa… (en el recuerdo) que el Turco se volvía loco y te entraba a correr por todos lados… y encima vos te sacabas el pantalón, y le hacías así, lo gozabas… (TITA se ríe también. PERALTA tentado subraya cada gesto e imita el bailoteo con las caderas) el otro te toreaba y vos encima le amagabas así con el culo en la ventana y con todas las tetas al aire dando sobre la cara de Petrini… mira si no eras hija de puta Tita, eh… las cosas que le hacias hacer al Turco…
TITA: Y una vez me corrió hasta lo de Juárez, hasta el mercadito me corrió…
PERALTA: (Sonriente) Si, me acuerdo, que se cagó de un golpe en la escalerita de la terminal… y que encima la gata de la Yoli que andaba cerca, le saltó ferozmente por la espalda y le mordió olímpicamente el culo…
TITA: (Que se lo quedó mirando) ¿Qué gata de la Yoli? la pekinesa de Coria que estaba recontra alzada…
PERALTA: La pekinesa de Coria y el ovejero alemán de Siboldi, Tita… la mordida fue brutal… eso si, los médicos esa noche se pasaron, hicieron una costura formidable, apenas siete puntos y en el muslo derecho… (Al ver que TITA lo mira sorprendido, aclara) me lo contó la esposa del Turco…
TITA: (Que se lo quedó mirando de reojo) Seguro, el ovejero alemán de Siboldi tenía unos dientasos así de grande… un cacho de bestia con ojos…
PERALTA: Lo que se puede decir un verdadero cocodrilo Tita…
TITA: Igual que la esposa…
PERALTA: (La mira) ¿Como?
TITA: Que digo que igual que la esposa…
PERALTA: (Que se la queda mirando) ¿Qué esposa?
TITA: Y la del Turco… morfó del negocio como siete años de arriba y después encima, le fue a meter los cuernos con el vivo González…
PERALTA: (Pausa breve, pensativo) Pobre Turco, que en paz descanse…
TITA: (Después de un momento) Y te digo que se lo tiene bien merecido, eh…
PERALTA: (La mira a TITA desconcertado) ¿Los cuernos?
TITA: No… lo de descansar en paz digo… después de tanto sufrimiento…
PERALTA: El Turco tenía un gran corazón Tita, lo que se puede decir un verdadero corazón de oro…
TITA: Y si, seguro… para aguantar lo que aguantaba…
PERALTA: (Asiente con la cabeza) ¿Te acordas que cuando veníamos de hacer el Conventillo, el Turco siempre se descorchaba un Gran Colón y nos esperaba a todos con pollito a la garconie?
TITA: (Asiente con la cabeza pensativa) Si… como no me voy acordar… nos esperaba siempre con la comida bien calentita…
PERALTA: (Pensativo) Y eso es lo que daba gusto Tita, la comida bien calentita, venir de la función y comer todos juntos como si fuéramos una gran familia… (mira el vacio) y pensar que todo ese paisaje que para nosotros era… tremendamente cotidiano, casi frecuente… (mira las paredes solemnemente) hoy es apenas un solo recuerdo que busca perderse, entre estas cuatro paredes solitarias… para no volver nunca más… y bueno, será así…
TITA: (Pausa) Bueno… me voy yendo…
PERALTA: ¿Ya te vas Tita?
TITA: (Mostrándole el reloj) Estoy sobre la hora…
PERALTA: ¿No queres llevarte la cerveza?
TITO: No… para mí suficiente… gracias…
PERALTA: (Asiente con la cabeza y se queda pensativo) Si nos habremos divertido de lindo Tita, eh… en lo del Turco siempre se la pasaba muy bien…
TITA: (Mientras se pone el saco) Lastima que el bolichito no le duró nada ¿no? agua entre los dedos, bah… a los tres años tuvo que bajar la cortina y cerrar definitivamente…
PERALTA: (Pausa breve, pensativo) Como nosotros Tita… apenas unos añitos de mierda y abajo el telón… (PERALTA queda pensativo. TITA lo mira un tiempo, luego intenta salir por bambalinas) ¿Te acordas cuando hicimos el Mateo de Discepolo en el barcito del Turco, Tita? (TITA se detiene) vos hacías de Miguel, González de Severino y la Gorda Yolanda de Carmene, ahora me acuerdo… si hasta pareciera que los estoy viendo y todo Tita, los tres acá paraditos delante mío como pajaritos en el balero… (como si los viera) con esa luz amarilla, radiante, intensa que baja como si bajara del cielo, casi como bañándolos completamente aca a los tres… y haciendo vivazmente esa escena tan conmovedora sobre la almohadilla de Mateo…
TITA: (Pensativa) La escena de Miguel…
PERALTA: (Se le ilumina el rostro) Esa, la escena en que Miguel está con Carmene y le habla del caballo, que le habla así como quebrado, como… como desencajando el rostro… vos la hacias parada sobre una silla me acuerdo… la hacias tan compenetrada y mirando hacia allá, como buscando así las ultimas butacas con la mirada, las últimas filas del teatro… (apasionado) y con ese relumbrón intenso sobre el rostro, encontraste con la mirada húmeda, brillosa sobre el vacío… y con la voz… la voz que brotaba como de un río subterráneo, pidiendo, exclamando justicia divina, levantando los brazos hacia el cielo, mirando hacia el firmamento y cantando a la vez la última palabra en un tremendo yanto desgarrador… (se le desdibuja la sonrisa, pausa breve) lo que daría por volver a verla… (Se queda mirando hacia la última butaca, luego de un tiempo a TITA) ¿vos te acordas como empezaba Tita?
TITA: (Lo mira a PERALTA. Luego no muy convencida) Más o menos…
PERALTA: ¿Y no te animas hacer un cachito? (al ver que TITA duda) un pedacito nada más…
TITA: (Lo mira a PERALTA, al ver que está a la expectativa, empieza tímidamente) Carmene… hay que hacerle una almohadilla al caballo…
PERALTA: (Interrumpiéndola) Para, para, para… subite mejor a la escalera Tita… (TITA duda) dale subite a la escalera así te pueden ver desde la última fila… yo te ilumino desde acá abajo, dale, vos subite que yo te ilumino… (TITA finalmente se decide y sube tímidamente. PERALTA le da un trago a la cerveza) para, para, aguántame un cachito… (busca uno de los tacho, lo enchufa, se pone a la par de la escalera y la ilumina a TITA sonriente) ahora si, larga cuando vos quieras…
TITA: (TITA lo mira a PERALTA, este le hace seña con las manos para que empiece. TITA piensa unos segundos, luego finalmente mirando hacia la última fila, la última butaca del teatro, toma coraje y arranca con el monólogo de MATEO) Pobrecito. Me ho bajado e con un fóforo so ido a ver. Animalito de Dios. Tenía la matadura acá, e de este lado un chichón que parecía un casco de vigilante requintado. Pobrecito. Se lo mereba como diciendomé: Miquele, sacame esto de la cabeza. Le ho puesto un trapo mojado a la caniya de Río Bamba e Rauch, mordiendomé de estrilo. L´automovil… (empieza a ir en creyéndose voz y sus gestos) Lindo descubrimiento. Puede estar orgulloso el que l´ha hecho. Habría que levantarle una estatua… arriba de una pila de muertos, (a partir de ahora irá en creyendo apasionadamente hasta terminar con un grito ensordecedor en la última palabra) peró ¡Vehículo diabólico, máquina repuñante a la que estoy condenado a ver ir e venir llena siempre de pasajero con cara de loco, mientra que la corneta, la bocina, lo pito e lo chancho me pifian e me déjano sordo… (Pausa prolongada. TITA queda con la mirada cristalina sobre la última fila, luego de descubrir la felicidad escénica, lo mira a PERALTA que tiene los ojos puestos sobre ella. Hipnotizada vuelve a mirar hacia el vacío como preguntándose a si misma:) ¿Qué fue lo que hice?
PERALTA: (Pausa breve, la sigue alumbrando) Actuar Tita… actuar…
TITA: (Pausa prolongada, mirando la última fila) ¿Cuándo empezamos?
PERALTA: (Que se la queda mirando) ¿Eh?
TITA: (Que sigue mirando hacia la última fila) El Mateo… (luego lo mira a PERALTA)
PERALTA: (Sonríe emocionado mientras la sigue iluminando) Ya comenzamos Tita… ya comenzamos…
(TITA queda sobre la escalera. El seguidor y la luz general se desvanecen en un solo fogonazo con la última frase de PERALTA. De fondo, ya en la oscuridad, se oye el tango ¨Tres esquinas¨)
TELON FINAL