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Submarino

Obra de teatro de un solo acto y una sola escena

Personajes:

CAPITÁN

LOBIS EL MARINERO

JUSTINIANO EL PESCADOR

(Interior de un mini submarino con tres ventanas redondeadas por donde se ven peces y algas flotando, también una mesita con un fax, un escritorio y un sillón de oficina. Hacia foro un cuadro de Marilyn Monroe con un traje de baño y los colores estridentes de la bandera Norteamericana)

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Bajando la escalera muy agitado) ¡Pronto señor, pronto! Observe por los ventanales.

LOBIS EL MARINERO: (Observando por los ventanales) Están arrojando un cadáver al río señor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Deberíamos dar aviso a la prefectura.

CAPITAN: Nadie dará aviso a ninguna entidad desconocida a esta flota... (LOBIS y JUSTINIANO se despegan de los ventanales y se lo quedan mirando al CAPITAN) No señor... Nosotros tenemos una misión mucho más loable y significativa... Que andar buscando míseros cadáveres en los ríos. No hemos llegado hasta aquí... Solamente para buscar cuerpos, lo que en realidad tenemos que buscar aquí señores, es el cuerpo, pero el cuerpo del delito, esa es la verdadera razón que nos convoca en esta flota. Y para ello... (Se acerca y mira por los ventanales) Tendremos que sortear duramente... Las trampas y las tretas... Que nos ponga el enemigo bajo el agua. (Enérgico) Lobis, ponga en marcha los motores de este submarino, debemos empezar a trazar los planos de inmediato.

LOBIS EL MARINERO: Pero señor… (Señala hacia los ventanales) Se puede tratar de criminales.

APITAN: (Interrumpiéndolo) Nosotros no buscamos criminales... (Se le acerca a LOBIS y se pone cara a cara con él) Nosotros tenemos objetivos auténticamente nodulares, científicos... (Intenta prenderle el botón de la camisa y sin querer se lo arranca, luego le coloca el botón adentro del bolsillo) Y militares... Le pido que no me haga repetir las instrucciones de esta flota... (Lo mira despectivo, luego) Y arréglese bien esa pilcha... Que parece más un muñequito de feria que un comandante mayor...

JUSTINIANO EL PESCADOR: Pero señor… Por lo menos deberíamos alertar a la guardia costera, dar aviso a la patrulla o a la policía…

CAPITAN: (Se acerca intimidatoriamente hacia JUSTINIANO) ¿A la guardia costera... A usted le parece qué podríamos dar aviso a la guardia costera? ¿Usted se escucha lo qué está diciendo... ¿Entiende, entiende lo qué está sugiriendo? ¿Acaso no se da cuenta qué podría ser una artimaña...? (Se asoma velozmente a los ventanales de la nave, mientras los otros dos se asoman tras él) Una artimaña tan vil y suciamente ventajosa para distraernos del objetivo deseado... (Abandona el ventanal y lo enfrenta rápidamente a JUSTINIANO) Le pido que de aquí en adelante, se abstenga de hacer todo tipo de comentarios estrafalarios y dedíquese mejor... (Levantando la voz mientras se le acerca) A contar cangrejos en los ventanales. Vaya y siga haciendo su gran pesca, pescador.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor.

(JUSTINIANO se retira con su cañita de pescar. EL CAPITAN saca un sobre de su bolsillo y lo coloca temerosamente sobre el escritorio, luego corre a esconderse detrás del sillón)

LOBIS: (Espiándolo de lejos. Luego de un tiempo) ¿Es una carta señor?

CAPITAN: (Escondido tras el sillón, mueve la carta muy despacio con una regla) No, un sobre, la carta está dentro... Igualmente no me hace falta leerla... (Toma un encendedor y quema el sobre) Se perfectamente que el gobierno Argentino está muy preocupado por nosotros, me lo manifestó ayer propiamente el mismísimo canciller. Estuvimos hablando un largo rato mientras usted estaba muy ocupado... Lavando mi camarote.

LOBIS EL MARINERO: Lo recuerdo perfectamente señor.

CAPITAN: (Mientras se abanica con la carta quemada) ¿Lo del canciller?

LOBIS EL MARINERO: (EL CAPITAN se queda mirando distanciadamente los ventanales) No, lo del camarote, el piso estaba hecho una mugre, lo tuve que fregar más de veinte veces con acaroina.

CAPITAN: (Se acerca a los ventanales y observa a través de ellos) Le digo más… Ese cuerpo... Debe ser un muñeco que han arrojado algunos grupos infiltrados para despistarnos, para perdernos, para desenfocarnos ¿Se da cuenta? Es una estrategia tan vieja, como el tabaco sobre el agua... (Los dos se miran un tiempo, luego) Deberíamos seguir ese barco. Hay algo raro... Que ese barco se trae entre cubiertas, estoy seguro... Hay algo que me dice... (Vuelve a mirar por los ventanales) Que ese barco, nos puede estar espiando.

LOBIS EL MARINERO: (Observando por el otro ventanal) Pero señor... Es un barco de carga... Debe llevar madera o arena muy seguramente.

CAPITAN: (Asomado a los ventanales) Justamente por eso, a lo mejor han secuestrado ese barco y lo que han hecho es arrojar al desprevenido capitán al agua, vamos, debemos seguirlo y verificar que eso no haya ocurrido, rápido encienda los motores y pónganos en marcha.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor.

(LOBIS abre una caja de herramientas y extrae un control remoto tamaño baño con dos palancas y una antena larga. Luego enciende los motores y se siente un ruido estruendoso de lavarropas)

CAPITAN: (Exhala profundamente y abre los brazos como un Cristo) Por fin... Estamos en camino… (Vuelve a exhalar profundamente) El aire marino me sienta mucho mejor Lobis...

LOBIS EL MARINERO: El aire de río querrá decir...

CAPITAN: Me basto leer a Julio Verne para darme cuenta que tendría una odisea tan prodigiosa o mayor a la suya. Dígame una cosa... (Va hasta LOBIS y se apoya sobre su hombro) Dígame si usted no se siente maravillado e inspirado... (Romántico) Con aquel ostentoso viaje en submarino, bajo las intermitentes aguas azules.

LOBIS EL MARINERO: (Lo mira de reojo, luego) Perdón señor, pero si me permite, aquí las aguas son más marrones que la cancha del Deportivo de Colón.

CAPITAN: Marrones y turbias... (Se va hasta los ventanales otra vez y mira a través de ellos) Tan turbias... Como el enemigo que acecha y se camufla bajo el agua...

LOBIS EL MARINERO: Justamente de eso le quería hablar ¿Por qué cree usted que el gobierno se pone en alerta, ante una flota que hace meses se encuentran bajo las aguas de este río?

CAPITAN: (Desde el ventanal) Porque el gobierno peca de ingenuo Lobis, peca de ingenuo... Ahora resulta que las organizaciones más pobres tratan de distraer a la sociedad, para conspirar en favor de los Americanos, hasta con ese dilema tiene que convivir el estado Argentino ¿Se da cuenta? No hemos progresado en lo más mínimo... Somos un país a la canasta...

LOBIS EL MARINERO: A la bartola...

CAPITAN: A la canasta...

LOBIS EL MARINERO: (Piensa, luego) ¿Y si no encontramos nada señor?

CAPITAN: (Lo mira un tiempo, luego) El expertísimos no es buen compañero Lobis... Pero igualmente... Déjeme que le diga una sola cosa. Las aguas de este río... Están en la mira de todas las corporaciones mundiales... (Toma el cráneo de un dorado que se encuentra sobre el escritorio y lo levanta) Si nosotros descuidamos estos dones, estos frutos irrevocables... Estas perladas maravillas de nuestro preciado planeta albiceleste... No podremos llamarnos patriotas, ni aquí, ni en la China, ni en ningún lado.

LOBIS EL MARINERO: Pero señor, en ese caso ellos también podrían acusarnos de invasores… Y si no mire como la hormiga Argentina, abunda por todo el mundo, ya lo dijo la universidad de Girona en España, dicen que se trata de una hormiga criolla, que genera problemas en cultivos, producción de frutos y hasta en los riegos de los campos frijoleros. Los norteamericanos pueden estar queriéndose tomar revancha por las hormigas argentinas, señor.

APITAN: (Mirando por los ventanales) Puede ser... Puede ser... (Se da vuelta y lo mira a LOBIS) Pero no olvide un detalle... Esas hormigas que usted menciona... A penas son hormigas... Y las hormigas... Simplemente... Son... Hormigas...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Ingresando con una rotosa bolsa arpillera) ¡Pronto! ¡Pronto señor! Invasión de mejillones negros, miren que grande que es este molusco... (Saca al mejillón de la bolsa y lo deja sobre el escritorio, mirándolo fijamente al CAPITAN) Es un cornudo…

CAPITAN: (Se lo queda mirando un tiempo, luego) Más cornudo será usted.

JUSTINIANO EL PESCADOR: No señor, me refiero al mejillón, es el nombre científico que le dan, está plagado por toda la orilla...

CAPITAN: (Se asoma y lo observa de cerca) Ah sí, por cierto… Es un molusco considerable, de gigantes proporciones diría yo, deprisa, tráigame el visor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor...

CAPITAN: (Al ver que JUSTINIANO reaparece con un inodoro) ¿Pero qué hace, qué hace? El visor dije, el visor...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Le alcanza rápidamente el catalejo) Sí señor.

CAPITAN: (Le arrebata el catalejo de las manos y empieza a observar el molusco minuciosamente) Posiblemente esta concha... (JUSTINIANO y LOBIS se miran entre sí) Podría llevar una cámara dentro de su estómago... Y los americanos nos podrían estar espiando cómodamente desde centro de su base, rápido, cubran su rostro...

(LOBIS y JUSTINIANO cubren su rostro con las manos)

LOBIS y JUSTINIANO: Sí señor.

CAPITAN: (Los mira un tiempo, luego) Me refiero al rostro del molusco...

LOBIS y JUSTINIANO: (Ahora cubren con sus manos al molusco) Sí señor.

CAPITAN: (Los mira otra vez, luego) Me refería a que busquen algo para cubrirlo.

LOBIS y JUSTINIANO: (Salen corriendo en distintas direcciones) Sí señor.

(Ambos buscan en los cajones del escritorio)

LOBIS EL MARINERO: (Agitando un calzoncillo largo) Aquí encontré un trapo...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Agita un calzoncillo a rayas) Yo encontré otro.

(Cubren el mejillón con los dos calzoncillos)

CAPITAN: Vamos, rápido, arrójenlo al río, que no se den cuenta que estamos tras ellos, podrían detectarnos fácilmente y ahí estaríamos en un descarrilado problema bajo el agua, vamos, deprisa... (Le chista a JUSTINIANO y lo toma del brazo) Venga para acá, venga para acá... Y hágame un favor...

JUSTINIANO: (Vuelve con el mejillón) Sí señor...

CAPITAN: (Se acerca confidencial, luego enérgico) Deje de recoger porquerías del río ¿sí?

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor.

CAPITAN: Y cubra sus ojos para que no lo vea.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Se cubre los ojos y sale) Sí señor.

CAPITAN: (Gritándole enérgico) Los del molusco animal...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Desde lejos) Sí señor...

CAPITAN: (A LOBIS que saca tiras de papel higiénico del fax) ¿Se da cuenta? En el mundo cada vez hay más especies invasoras, que operan silenciosamente para no ser descubiertas. Seguramente este fenómeno esté relacionado con la globalización (Toma el bicharraco entre sus manos y lo observa largamente) Estos animales se pegan en la proa de los barcos, como un borracho se pegan su botella, pero estoy seguro que esta especie no es Argentina, al menos está bastante bien desarrollada, a lo mejor se trate de un mejillón inteligente. Fíjese que detalle... Estos americanos ponen atención a las minucias más subjetivas, para tratar de pasar desapercibidos. Esconderse adentro de un mejillón. ¿Dónde se ha visto?

LOBIS EL MARINERO: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Mensaje urgente de la asamblea de Gualeguaychú. Analizan acciones contra la IV Flota.

CAPITAN: ¿Ellos también?

LOBIS EL MARINERO: Por lo menos, eso dice acá.

CAPITAN: Rápido, léamelo. Es bueno saber de qué contamos con apoyo de otros organismos multilaterales.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor... (Comienza a leer) Harán una marcha en contra de la IV Flota, será el jueves 27 a las ocho de la noche, punto. Dicen que ofrecieron un partido de fútbol entre los comerciantes orilleros y la IV Flota de ex pescadores del Paraná, coma, aunque confirman que estos últimos hicieron trampa y que por ello, coma, se manifestaran pacíficamente por las calles del pueblo, punto. Queda estrictamente prohibido llevar bombas de estruendos, miguelitos y garrapiñada con azúcar, punto. Firman, Orilleros Comerciantes del Paraná... (Lo mira asustado al CAPITAN, luego) Perdón señor ¿Pero no deberíamos trazar un plano urgentemente?

CAPITAN: (Mientras sigue mirando por el ventanal) Dígame una cosa Lobis... (Se da vuelta y lo enfrenta) Y dígamelo... Con una mano en el timón... (Pone su mano sobre el timón) ¿Alguna vez usted vio llover...?

LOBIS EL MARINERO: Sí señor...

CAPITAN: ¿De abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo?

LOBIS EL MARINERO: De las dos formas señor.

CAPITAN: (Toma un balde del piso) Entonces hágame un favor...

LOBIS EL MARINERO: Sí señor...

CAPITAN: Vaya a cubierta y fíjese si está lloviendo de una forma u otra... (Le encaja el balde bruscamente) Y de paso nos trae un buen balde cargado y de buena suerte.

LOBIS EL MARINERO: (Toma un balde) Sí señor...

CAPITAN: (Lo toma del brazo) Es una metáfora hombre...

(JUSTINIANO baja rápidamente las escaleras gritando y con una botella de cerveza bajo el brazo)

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Acabo de ver otro submarino igualito a este, pero es de otro color, es de color marrón, marrón bien oscuro…

CAPITAN: (JUSTINIANO hace fondo blanco y luego asiente con la cabeza) ¿Marrón bien oscuro? (Se miran un tiempo con LOBIS, luego a JUSTINIANO) No tengo visto un submarino de esas características, pero todo podría ser ¿Y dónde lo vio?

JUSTINIANO EL PESCADOR: En la superficie señor, por el snorkel…

CAPITAN: ¡Rápido, traiga el telescopio Lobis! (Espía por los ventanales) Sabía que se iban a camuflar con el color del río. Estos americanos son capaz de cualquier cosa, son capaz... Hasta de camuflarse como un junco.

LOBIS EL CAPITAN: Aquí tiene señor.

(LOBIS baja un telescopio del techo del submarino y se lo entrega al CAPITAN)

JUSTINIANO EL PESCADO: ¿Y... Puede ver algo?

CAPITAN: Aparentemente... Un enorrrrme manchón negro. Eso es porque debemos estar seguramente sobre la escotilla del submarino invasor.

LOBIS EL MARINERO: No señor... Lo tiene al revés.

CAPITAN: (Mira el telescopio, luego lo da vueltas y vuelve a observar) Estos aparatos cada vez los hacen más enredados para que uno se enrede con ellos... (Descubriéndolo al fin) Ah… Ahí los veo, ahora sí, estoy seguro de que son ellos... Los agarramos con las manos en el agua...

LOBIS EL MARINERO: (Se miran con JUSTINIANO, luego) Con las manos en la masa...

CAPITAN: Pero no llevan la bandera puesta, eso es extraño... (Ajusta el lente del telescopio) Vamos a tener que ajustar un poco más este lente, posiblemente sea la distancia a la que nos encontremos... (Vuelve a mirar, luego) Ah... Ahí lo veo mejor, ahí los veo mejor... (Se queda en silencio un tiempo, luego) Realmente es muy pequeño... (Vuelve a ajustar el lente, mientras LOBIS y JUSTINIANO se miran entre sí) Casi diminuto diría yo...

(EL CAPITAN se queda en silencio un tiempo, luego abandona el telescopio lentamente y se va hasta el ventanal. JUSTINIANO y LOBIS se miran entre sí)

JUSTINIANO: (Ambos se miran entre sí) ¿Y? ¿Los logró divisar?

CAPITAN: (Enérgico desde el ventanal) Lobis...

LOBIS EL MARINERO: Sí señor...

CAPITAN: (Sereno) Hágame un favor...

LOBIS EL MARINERO: Sí señor...

CAPITAN: Suba el telescopio y de una buena vez.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Pero... ¿Vio algo señor...?

CAPITAN: (Se da vuelta enfrentándolo) Lo que usted vio Justiniano, no era precisamente un submarino.

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¿Y qué era señor?

CAPITAN: Un sorete grande como su sombrero.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Pero señor... (Hace fondo blanco, luego) Es que ese es el efecto de la distancia justamente, una complejidad de la perspectiva y de los puntos de fuga, puedo asegurar que desde el objetivo se dibujaba perfectamente un submarino.

CAPITAN: Desde el objetivo debería darle una patada en el culo... (Enérgico y en voz de mando) Suba a cubierta ya mismo antes de que me arrepienta y lo termine por colgar yo mismo y de la criadilla.

JUSTIANIANO EL PESCADOR: (Sale rápidamente por las escaleras) Sí señor.

CAPITAN: (Yendo hacia LOBIS) ¿Se da cuenta, usted se da cuenta? Encontrar ese dichoso submarino, va a ser tan engorroso como encontrar una bendita mojarra en el mar.

LOBIS EL MARINERO: Pero no se preocupe señor, lo último que se pierde en este río es la esperanza, seguro que pronto encontraremos a los americanos.

CAPITAN: (Mientras mira por el ventanal) Se equivoca Lobis... Usted se equivoca... (Se da vuelta y lo enfrenta soberbio) Nosotros... Los encontraremos primero a ellos... Y en menos, en menos de lo que canta un grillo.

(JUSTINIANO baja por la escalera agitado y a los gritos)

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Se observa en la superficie que hay una figura rectangular en la que estamos ingresando.

CAPITAN: (A LOBIS) Ah ¿Vio lo qué yo le dije, vio lo qué yo le dije? En menos de lo que canta un gallo y ahí lo tiene, hecho el trecho y al hecho... El berberecho. Súbanos a la superficie Lobis, rápido, debe ser una de las bases de los americanos.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor...

(Se oyen fuertes golpes sobre la chapa)

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Toma una tabla de inodoro y se la coloca en la cabeza como escudo) Señor... Nos están atacando.

CAPITAN: Pero delo por hecho, empiezan a tirar con munición gruesa porque están nerviosos, porque saben que los tenemos rodeados... Rápido, preparen la máquina de fotos para saber su ubicación.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor.

(LOBIS baja el telescopio y observa por el mismo. JUSTINIANO trae una antiquísima máquina de fotos con tres patas que acomoda en el ventanal)

LOBIS EL MARINERO: Pero señor... (Olfatea, luego) Estos son piletones.

CAPITAN: (Va hasta el ventanal y se para atrás el chasirete) Pero claro que lo son, claro que lo son. En estas plataformas desembarcan muy seguramente submarinos y todo tipo de navíos y maquinarias marítimas para hacer sus chanchullos, sus meollos, sus chunchuneras, Fíjese aquel, por ejemplo ¿Lo ve? (JUSTINIANO bebe su profuso trago de la botella y se pierde en los interiores de la nave) Como se ha camuflado brillantemente como si fuera un enorme caño de cemento.

LOBIS EL MARINERO: (EL CAPITAN dispara el flash de la máquina y sale un tremendo fogonazo con humareda que hace toser a LOBIS) Señor... (Saliendo de la nube de humo) Discúlpeme, pero estas no son plataformas... (Tose otra vez, luego) Estos son piletones, piletones de mierda... Y los que nos están atacando son niños... (Se siente un fuerte golpe sobre la chapa otra vez y LOBIS se ataja temerosamente la cabeza) Nos están cagando a piedrazos.

CAPITAN: (Agazapado en el ventanal) Pero qué extraño ¿Usted está seguro? Acabo de sentir una explosión muy cerca en el cuarto de máquinas.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Reapareciendo con una botella rota) Era yo señor, disculpe, se me acaba de caer la última botella de Michel Torino que nos quedaba...

LOBIS EL MARINERO: (Mientras sigue observando por el telescopio) Señor... Acá... (Se queda callado un tiempo, luego) Acá hay un cartel que dice... ¨Cloacas Cooperativa de Rosario.¨

CAPITAN: (Se lo queda mirando un tiempo, luego) ¿Pero en dónde ha visto eso...? (Va hasta él y toma el telescopio bruscamente) ¿En dónde ha visto eso?

LOBIS EL MARINERO: Véalo usted mismo si quiere...

CAPITAN: (Observa un tiempo por el telescopio, luego apagado) Sumerjámonos otra vez... (LOBIS y JUSTINIANO se miran entre sí) Y no es que estemos escapando... Estoy seguro que desde algún lugar oculto nos están espiando, nada más que lo hacen para disimular, para confundirnos, para despistarnos como lo hacen siempre. Mejor retirarnos y atacar en el momento oportuno, cuando se les haya caído esa dichosa careta que se han puesto. Rápido, sumérjanos más a prisa.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (En un deformado acento gaucho y con una botella de cerveza bajo el brazo) Ya lo decía el viejo dicho: ¨Agua que no es de beber...¨

CAPITAN: (Se le acerca intimidatoriamente) Porque nos ahora el dicho de una buena vez...

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor...

LOBIS EL MARINERO: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! La proa y la popa ya tienen suficiente bosta... (Al notar que EL CAPITAN se lo queda mirando feo, se da cuenta y corrige) Ya tienen suficiente agua digo, iniciamos la inmersión de inmediato.

CAPITAN: (De un grito) Vamos, rápido, iníciela de una buena vez... (Va rápidamente hasta los ventanales) Estoy seguro que nos han visto y eso podría ser muy peligroso para nuestra nave, podrían detectar rápidamente nuestra ubicación y mandarnos vaya a saber qué clase de torpedo bajo el agua. Rápido, sumérjanos más a prisa.

LOBIS EL MARINERO: (Manejando audazmente el control remoto) No se preocupe señor ya estamos bien abajo, en el fondo otra vez como siempre.

(JUSTINIANO baja corriendo las escaleras otra vez y a los gritos)

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Hay un líquido azul y amarillento bastante sospechoso sobre el río.

CAPITAN: (LOBIS se va hasta uno de los ventanales y allí se queda observando) Ah, ahí los tiene otra vez, ahí los tiene otra vez ¿Vio lo qué yo le dije? Tarde o temprano salta la perdiz, por donde uno menos la espera. Siguen conspirando desde el anonimato. Seguramente nos echan alguna sustancia tóxica, química para hacernos más visibles sobre su propio blanco.

LOBIS EL MARINERO: Pero señor... (Mirando por los ventanales) Acá... Acá hay un caño que pierde justamente ese líquido… (Abre un viejo mapa y los despliega largamente sobre el timón. JUSTINIANO y el CAPITAN se pegan junto a LOBIS en el ventanal) Y según el mapa y las coordenadas, estaríamos debajo de Botnia, le diría que a simple vista, ese líquido podría ser fenol, o metano, o lo que es peor, pluridimetano, o más peor aún, metano sulfurado, o metano sulfúrico... (JUSTINIANO y EL CAPITAN se lo quedan mirando, mientras LOBIS queda pensativo) O metano enfenolado... (Piensa otra vez un tiempo, luego) No, hidrometano azufrado y mezclado con betametano sulfúrico... Y asulfurado-azufrado-enfenolado-esmirilado... En sus dos bases anteriores, eso podría ser...

CAPITAN: (Se lo queda mirando con la boca abierta, luego aplaude burlonamente) Muy interesante su hallazgo, muy interesante... (Mofándose de LOBIS, empieza a rodearlo lentamente) Metano suuuulfurado... (Mueve la cabeza burlonamente como un títere) Metano suuuuulfurico... Hágase químico también, licenciado en toxicología, en poxitología, en papirolgía, eh... ¿Se cree qué no sé, qué no sabemos, qué no nos damos cuenta con Justiniano qué disfruta de cada desacierto que tenemos en esta nave, de cada escalón roto qué nos pone el dichoso enemigo para llevarnos el río por delante...? (Ahora se para en enfrente de él intimidatoriamente, luego) De aquí en adelante, va a tener que cerrar muy bien esa escotilla y pensar dos veces lo que diga si no quiere que lo mande a colgar yo mismo y del palo mayor...

LOBIS EL MARINERO: (Agacha su cabeza) Sí señor.

CAPITAN: (Se arregla el cuello de la camisa, luego) Hablar del Imperialismo señores... Resulta muy ocioso y sencillo para la IV Flota. Pero los terroristas señores... (Gira lentamente la cabeza como un títere hacia LOBIS, luego) Los terroristas... Podrían estar entre nosotros... (Se acerca nuevamente hacia LOBIS, luego) Habría que ver... Quién es el verdadero Judas Iscariote de nuestro río... El traicionero, lascivo, infiel, pérfido, embustero Pedro de nuestra embarcación.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Interrumpiéndolo) ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor...! ¿Observa usted lo qué yo observo por los ventanales?

CAPITAN: (Se asoma por el ventanal, luego) Pero por supuesto que observo, se han pegado todo esos bicharracos por el vidrio, después límpielos con esa espátula que guarda bajo su cama.

JUSTINIANO EL PESCADOR: No señor, me refiero a esas sombras que descienden desde la oscuridad.

CAPITAN: (Vuelve a asomarse nuevamente por el ventanal) ¿Sombras... Dónde ve sombras?

JUSTINIANO EL PESCADOR: Allí señor... Debajo del islote...

CAPITAN: (Vuelve a observar por el ventanal nuevamente, luego) Ah... Pero tiene razón... Tiene razón y no son sombras precisamente... (Toma el larga vista y se pega a los ventanales otra vez, luego de un tiempo) Son buzos... Buzos... Decena de ellos... (JUSTINIANO se asoma tras él y hace fondo blanco de su botella) Decenas de hombres ranas nadando y descendiendo por nuestras aguas... (A JUSTINIANO) ¿Vio lo qué yo le dije? Más temprano que tarde daremos con los enemigos, daremos con los insípidos usurpadores del acuífero.

LOBIS EL MARINERO: (Interrumpiéndolo) Señor...

(JUSTINIANO y EL CAPITAN giran la cabeza hacia LOBIS como dos marionetas)

CAPITAN: (Se lo queda mirando un tiempo con el binocular puesto sobre los ojos, luego baja el larga vista lentamente) Si va a decir algo... Dígalo ahora... Y de una buena vez... (Al notar que se queda callado. Enérgico) Vamos, hable.

LOBIS EL MARINERO: Discúlpeme... Pero... Lo tengo que contradecir...

CAPITAN: (Indiferente, se da vuelta hacia el escritorio) Lo sé perfectamente... Lo intuí... Desde un principio... (Ahora se da vuelta y va intimidatoriamente hasta LOBIS) Y no hace falta que me contradiga en nada, ni usted ni nadie me va a contradecir en AL-GO.

LOBIS EL MARINERO: (Achicado agacha la cabeza, luego) Lo siento señor.

CAPITAN: (Va nervioso otra vez hasta él) No lo siente un carajo, no lo siente un carajo, usted grita, vitorea, festeja por adentro nuestra mísera derrota marinera, disfruta de sus reverendísimos aciertos como si se tratara de un dichoso y bendito gol hecho con la mano... (Se va enfurecido hasta el ventanal, luego lo mira desde allí) ¿Y bien..? (Sin mirarlo) Diga... Lo que cree... Que nosotros estamos viendo por la ventana

LOBIS EL MARINERO: (Lo mira de reojo, luego) Un cardumen de moncholos señor...

(De pronto se oye la alarma del fax. Del mismo sale un alargado rollo de papel higiénico blanco. JUSTINIANO va rápidamente con una pinza de cangrejo y corta el rollo en dos mitades. Luego va eufórico hasta el CAPITAN.)

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Agitando el papel en el aire) ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Un fax del gobierno... (Empieza a girar como un trompo) Un fax del gobierno, un fax del gobierno, un fax del gobierno. (DESDE ACÁ)

CAPITAN: (A LOBIS) ¿Y a este bicho qué le picó?

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Mientras sigue girando como un trompo) Un fax del gobierno, un fax del gobierno, un fax del...

CAPITAN: (Le arranca el papel violentamente de sus manos) Pero cállese la geta ¿O quiere qué nos escuchen allá afuera también?

JUSTINIANO EL PESCADOR: Discúlpeme señor, es la ansiedad que traiciona mis nervios... (EL CAPITAN se queda leyendo la carta, al tiempo que JUSTINIANO hace fondo blanco de la botella de cerveza, luego) ¿Y?

CAPITAN: (Deja de leer y los mira) Señores... Estamos en la lona...

LOBIS EL MARINERO: (Pregunta sorprendido) ¿Cómo?

CAPITAN: (Se va nuevamente al ventanal) Estamos en la lona... Estamos... Literalmente con las patitas en el fuego...

LOBIS EL MARINERO: (Corrigiendo) En el agua...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (LOBIS y JUSTINIANO se miran entre sí) ¿Y eso qué quiere decir?

CAPITAN; (Contesta rápido) Que se nos acabó el tiempo, eso quiere decir, que se nos acabó el dichoso y el bendito tiempo bajo el agua...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Lo mira preocupado a LOBIS, luego) ¿Y ahora qué vamos hacer?

CAPITAN: Señores... El gobierno quiere que al menos justifiquemos los costos de esta cara expedición, nos pide una prueba legítima y veraz, de que la IV Flota se halle navegando por estas aguas.

LOBIS EL MARINERO: Pero señor... Si no tenemos prueba alguna, ni siquiera una fotografía.

JUSTINIANO EL PESCADR: (Piensa, luego) A lo sumo... La concha grande... (Al notar que LOBIS se lo queda mirando, aclara) El mejillón, digo...

CAPITAN: (Romántico desde el ventanal) Por eso mismo, por eso mismo... (Se da vuelta y los enfrenta) Habrá que inventarla, habrá que crearla por el bien de nuestra emblemática y distinguida embarcación... Si no se haya la mano en el barro señores... (Levanta su brazo y luego mueve sus cinco dedos como si tocara un piano) Que al menos se encuentren estos cinco dedos, nadando sobre el lodo. Justiniano, venga rápido a mí escritorio.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor.

CAPITAN: Preste atención, usted dibuja bien ¿verdad?

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Dubitativo, no llega a emitir palabra) S...

CAPITAN: (Interrumpiéndolo) Bueno entonces tomará una de sus tantas botellas rotas, y le chantará un sticker bien en el centro que diga: USA, USA... ¿Entendió?

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Se lo queda mirando sin entender, luego) ¿USA… USA de usar?

CAPITAN: (Enérgico) No... USA, USA... USA de los Estados Unidos...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Asiente rápidamente) Sí señor.

CAPITAN: Escúcheme una cosa quiero que lo imprima ya mismo en el cuarto de máquinas y me lo traiga de inmediato ni bien lo tenga terminado... (Romántico hacia el ventanal otra vez) Debe parecer lo más real posible... A la bandera escarlatina que utilizan los piratas invasores sobre el río... (A JUSTINIANO) ¿Entendió?

JUSTINIANO EL PESCADOR: Sí señor… (Sube las escaleras rápidamente)

CAPITAN: (Toma un pequeño espejo de su chaqueta y se mira largamente) Si vamos a salir en la televisión pública, que al menos sea de la mejor forma posible... Y con las pruebas en la gola.

LOBIS EL MARINERO: En la popa...

(Baja rápidamente las escaleras JUSTINIANO y le entrega la botella al CAPITAN)

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¡Señor! ¡Señor! ¡Señor! Aquí la tiene... Sale como leche al trigo.

CAPITAN: (Le arrebata la botella rápidamente) Démela... (Lee un tiempo el sticker sobre la botella, luego) Usa no es con ¨z¨, animal... Usa es con ¨s¨, con ¨s¨ de sarampión¨, deje que yo mismo lo voy a escribir.

LOBIS EL MARINERO: Pero perdón señor, perdón que me meta... ¿Pero la carta... No debería decir algo más...?

CAPITAN: (Se lo queda mirando, luego) ¿Algo cómo qué?

LOBIS EL MARINERO: (Piensa, luego) Algo... Algo que indique... Que indique que es una botella del ejército... Norteamericano por ejemplo

CAPITAN: (Se lo queda mirando un tiempo, luego pensativo) Tiene razón... Usted tiene razón... (Va lentamente hacia LOBIS y se para frente a él. Luego enérgico) Lobis... (LOBIS se achica asustado como un pollito mojado. Luego EL CAPITAN lo toma fuertemente de los brazos) Lo felicito, no se me habría ocurrido nunca semejante idea tan rim-bom-bante... (Camina de un lado a otro) Rápido, pensemos en una frase... (JUSTINIANO hace fondo blanco de su botella) Pensemos en un acróstico o en alguna oración que guarde relación con el ejército norteamericano... Rápido, que alguien me alcance un diccionario.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Le alcanza una revista pornográfica) Aquí tiene señor...

CAPITAN: (Toma la revista y se lo queda mirando) Esto no es un diccionario...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Le arrebata la revista de la mano y la guarda rápidamente en su bolsillo, luego le alcanza finalmente el diccionario) Este es...

LOBIS EL MARINERO: (EL CAPITAN toma el diccionario y lo abre y luego lo cierra rápidamente. Luego al notar que está nervioso) ¿Le pasa algo señor?

CAPITAN: (Vuelve abrir el diccionario mirándolo de reojo, luego lo cierra bruscamente otra vez) No soporto la letra tan chiquita... Me revuelve el estómago... Me marea, me marea como cuando de niño, me mareaba en los botecitos del Parque Sarmiento. (Le arroja el diccionario a JUSTINIANO) Mejor búsquelo usted.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Atrapa el diccionario en el aire y se lo queda mirando sorprendido, Luego se lo arroja al CAPITAN nuevamente) ¿Yo señor?

CAPITAN: (EL CAPITAN atrapa el diccionario en el aire) Sí, usted... (Se lo arroja otra vez a JUSTINIANO) Búsquelo usted...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Toma el diccionario y se lo vuelve a arrojar al CAPITAN) ¿Está seguro?

CAPITAN: (EL CAPITAN atrapa el diccionario nuevamente en el aire) Sí... (Vuelve a lanzarle el diccionario a JUSTINIANO) Muy seguro...

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Toma el diccionario otra vez y luego finalmente resignado:) Bueno… Si no hay otra alternativa... (Abre el diccionario no muy convencido, luego) Podría ser… (Bebe un trago de la botella de cerveza, luego) A lo mejor... (Busca nervioso en el diccionario un tiempo, luego) ¨United... (EL CAPITAN y LOBIS se lo quedan mirando. Luego JUSTINIANO piensa y vuelve al diccionario otra vez) United... (Entusiasmado por el hallazgo) States... States... Eso... States... (EL CAPITAN y LOBIS se miran entre sí. Luego JUSTINIANO Vuelve a leer el diccionario otra vez) Made… Made… (Se lo ocurre de pronto) ¨Made in Paraná, Made in Paraná¨.

CAPITAN: (Mirándolo de mala cara) ¿Y eso qué significa?

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Feliz por el hallazgo, titula) Estados Unidos Made in Paraná.

CAPITAN: (Lo mira un tiempo, luego) Eso no se lo cree ni una criatura de seis años... (Le arranca el diccionario violentamente y comienza a hojearlo) Mejor démelo que lo busco yo mismo… A ver… Algo tiene que aparecer... (Cierra el diccionario bruscamente, luego abre los brazos como un cristo) YES... YES.... YES... (Un seguidor sobre su rostro. Luego arrogante y grotesco titula:) ¨Official bottle the fourth American Fleet… The fourth American Fleet¨

(Suenan las primeras estrofas del himno de Estados Unidos, mientras que EL CAPITAN queda estático frente al público)

LOBIS EL MARINERO: ¿Y eso qué significa?

CAPITAN: (Desarma la pose y contesta rápidamente) Botella oficial de la IV Flota de los Estados Unidos.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Ah... Es una frase brillante señor...

CAPITAN: Gracias.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Por nada.

CAPITAN: Lobis... Encienda el satélite y traiga la video cámara reproductora... (Romántico sobre el escritorio) Es hora que la Argentina sepa que en estas aguas, hay tres valientes hombres, al rescate de la patria embarazada... (Al notar que LOBIS y JUSTINIANO se lo queda mirando, retoma corrigiendo en el mismo tono) Al rescate de la patria amenazada...

LOBIS EL MARINERO: (Sale) Sí señor...

(JUSTINIANO sale unos segundos y luego vuelve con una antiquísima filmadora que asienta sobre una silla. LOBIS le entrega un mini satélite a JUSTINIANO, luego corre y se coloca sonriente junto al CAPITAN)

LOBIS EL MARINERO: Ahora sí, estamos listo señor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Cuando quiera... (Bebe de la botella fondo blanco, luego) Luz roja... Luz verde digo.

CAPITAN: Argentinas y argentinos, hemos hallado en las aguas turbias de este caudaloso río... (Levanta lentamente la botella, luego solemnemente) Esta botella oficial de la IV Flota de los Estados Unidos, la hemos encontrado a la deriva, la hemos hallado donde podrían estar ocultas sus bases escondidas, para no ser asaltadas por nuestra combativa y célebre tripulación marinera. Señoras y señores, todo esto indicaría que a simple vista, esta pequeña e inocente botella de plástico escarlatino, podría pertenecer... A los monarcas invasores que tanto nos espían... Y que asechan nuestras aguas. Dicho y hecho este descargo pertinente, invito a la tripulación marinera, a mandar el saludo respectivo, a sus familiares más queridos... (Mira hacia la cámara, luego dramático) No nos extrañen, que algún día, volveremos. Muchachos... Todo suyo...

(JUSTINIANO apoya el satélite en el suelo y corre a colocarse con la tripulación de manera muy sonriente, luego saca de su bolsillo una banderita Argentina de plástico muy arrugada y la empieza agitar tímidamente, mientras hace fondo blanco de su botella)

LOBIS EL MARINERO: Un saludo para mí novia.

JUSTINIANO EL PESCADOR: Un saludo para todos los que me conocen.

CAPITAN: (Se coloca nuevamente entre LOBIS y JUSTINIANO y estos se asoman saludando por detrás del CAPITAN) De esta forma, la flota enviada por el gobierno nacional Argentino, bautizada hace ya diez años como la embarcación Santa Cecilia, ha cumplido su misión en retornar, de su búsqueda más larga y peligrosa, en las caprichosas aguas del río Paraná. Señoras y señores. Muchas gracias, por su noble atención. Apague la cámara Lobis.

LOBIS EL MARINERO: Sí señor.

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Toma un trago largo y profuso de la botella, luego se desparrama sobre el sillón del escritorio) Me siento... En el Apolo XI... Y somos tres también, eh... (Ríe divertido) Como Aldrin, Armostrong y Collins...

CAPITAN: Deje de decir pavadas... Usted se siente Cabernet Sauvignon, siendo un ordinario vino de mesa Termidor... Se acabó la odisea señores.... Debemos emprender el tan odiado e infortunado regreso a casa... (Queda pensativo un tiempo, luego) Y con nuestras mujeres... (Agacha la cabeza bruscamente derrotado)

JUSTINIANO EL PESCADOR: (Se miran un tiempo con LOBIS. Luego tratando de dar ánimo) Al menos... Vamos a poder comer el surubí señor... Y con una cervecita bien helada.

CAPITAN: (Levanta la cabeza para contestarle y luego la agacha bruscamente como un títere) Cómaselo usted mejor.

LOBIS EL MARINERO: Pero señor... No se ponga mal, a lo mejor...

CAPITAN: (Interrumpiéndolo) No intente remediarlo... He perdido todas las esperanzas que tenía Lobis... (Mira hacia el ventanal, luego dramático) Soy un fracasado más... En esta endemoniada nave... Que sucumbe a mis espaldas... (Vuelve a bajar la cabeza bruscamente derrotado)

(Se empiezan a oír golpes sobre la escotilla del submarino)

JUSTINIANO EL PESCADOR: ¡Señor...! ¡Señor...! ¿Escucha? Hay alguien que está golpeando desde afuera... (Vuelven a sentirse los golpes nuevamente sobre la chapa. LOBIS y JUSTINIANO van hasta el ventanal) Están golpeando la escotilla como si alguien quisieran tirarla abajo. Voy por la cámara de fotos.

CAPITAN: (Coloca su oído en el ventanal, luego) Es verdad... Están golpeando desde afuera, puedo oírlos, puedo escucharlos claramente... Rápido, busquen los proyectiles, busquen las balas de fogueo... (JUSTINIANO baja las escaleras y comienza armar el viejo chasirete sobre el ventanal, luego sube rápidamente otra vez) Sabía que algo tramaban, sabía que nos querían despistar para llevarnos a cualquier sitio y así poder abordarnos desprevenidamente... (A LOBIS) Y usted que pensaba muy seguramente que no daríamos en el blanco y ahí los tiene, ahí tiene la prueba empírica, de mi insistencia insoslayable...

LOBIS EL MARINERO: Pero señor, lo que...

CAPITAN: (Interrumpiéndolo) ¡Cállese la boca! (Mirando por el ventanal) Y déjeme observar sus movimientos... (Mira por el larga vista pegado al cristal) Ah... Parece que nos están llevado hacia la costa misma, vaya a saber con qué clase de maquinaria operativa nos arrastran hacia la bahía y tirados por la popa muy seguramente, seguro que allí nos aguardan escondidos entre esos camalotes, entre esos juncos de mala muerte… Mire como nos rodean con esas lanchas, con esos tanques subacuáticos, deprisa, dígale a Justiniano que baje y que traiga los salvavidas fantasía.

(JUSTINIANO baja con tres salvavidas flúor con cabeza de animalitos y con estridentes dibujos infantiles. Los tres se colocan los inflables en el cuello)

LOBIS EL MARINERO: (Observando por el ventanal) Señor… Discúlpeme... No lo quiero volver a contradecir, pero quien que golpea la escotilla, no es ningún tanque subacuático, ni tampoco, ninguna maquinaria operativa. Es una tortuga chancho, una mega tortuga chancho de cuello alargado y de doble caparazón, pero eso no es todo, lo peor es que hemos encallado en un estero y los que nos rodean, no son precisamente las lanchas que usted miraba por la ventana… (Desesperado) Son una veintena de caimanes hambrientos y una enorme lampalagua que se ha quedado encastrada en los motores.

CAPITAN: (Se da vuelta y lo mira desorientado, luego) Eso significaría... Una sola cosa... (Lo mira dramáticamente otra vez, Luego) De que estamos rodeados...

LOBIS EL MARINERO: (Secándose la transpiración con el banderín de JUSTINIANO) Afirmativo señor.

CAPITAN: (Grita desesperadamente y corre hacia todos lados como un autómata) Deprisa, sáquenos de aquí. Rápido, inicie la inmersión de inmediato, rápido llévenos al fondo de una buena vez. Rápido, rápido, rápido.

LOBIS EL MARINERO: (Ídem) Estamos en el fondo señor, ya estamos en el fondo.

(Las luces descienden lentamente, mientras los tres sujetos se miran entre sí con los salvavidas de colores en sus cuellos)


TELON FINAL

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